Un tercio de los hogares no van a poder beneficiarse de la rebaja del IBI por eficiencia energética ya que sólo el 0’1 por ciento de los hogares con certificado energético tiene una calificación A. Por este motivo, más de un tercio de los edificios españoles quedará fuera de la bonificación fiscal por eficiencia energética en el Impuesto de Bienes Inmuebles que el Grupo Parlamentario Popular ha introducido en la Ley de Presupuestos Generales a través de una enmienda exprés en el Senado. Esta rebaja diseñada por Hacienda incluye una bonificación potestativa en el impuesto de hasta el 20 por ciento para aquellos inmuebles que gocen de una calificación energética A.

Esto quiere decir que los edificios que tengan matrícula de honor en ahorro energético y emisiones podrán beneficiarse de esa rebaja en el Impuesto de Bienes Inmuebles. Este impuesto es competencia de los ayuntamientos, que en todo caso son quienes tienen la última palabra de trasladar esa rebaja al tributo a través de ordenanzas fiscales a partir del 1 de enero de 2016. Aunque sólo un 0’1 por ciento de los hogares que ya dispone de esta evaluación energética podrá beneficiarse de la rebaja máxima contemplada por Hacienda, según la estadística de certificación energética que elabora el Ministerio de Industria.

En este informe aparece que sólo 1.974 inmuebles, sobre un total de 1’1 millones examinados, disponía de la máxima nota a cierre del año 2014. Algo parecido ocurre con las bonificaciones del 16 por ciento y del 12 por ciento que plantea el impuesto vinculadas a las calificaciones energéticas B y C. Y es que en el primer caso sólo un 0’6 por ciento de los contribuyentes tiene derecho a la rebaja, mientras que en el segundo caso sería un 3’4 por ciento, según el registro de certificados existentes.

En esta misma vertiente están los inmuebles conseguirá una rebaja del 8 por ciento en el IBI, al tener una calificación energética de D, que son uno de cada diez hogares. La mayor parte de las viviendas, un 46 por ciento, logrará la reducción del 4 por ciento ligada a la calificación energética E, equivalente a un aprobado raspado en eficiencia energética. El 38 por ciento restante que cuenta con notas F o G, y todos aquellos que no dispongan de certificado energético, quedarán fuera de esta reducción fiscal. La forma de acreditar la mencionada calificación y acceder a la rebaja pasa por presentar en su Ayuntamiento la correspondiente acreditación. No todos los hogares dispondrán de una de estas evaluaciones, ya que la actual legislación solo establece como obligatoria la realización de esta prueba para viviendas que se hayan puesto en venta o en alquiler.