Las calderas de biomasa y los sistemas de calefacción por biomasa son un buen método para conseguir una gran calificación energética de la vivienda sin apenas realizar obras. Y es que la biomasa fue la medida que consiguió una gran mejora para subir varias letras de una baja calificación energética. Aunque hay que tener en cuenta que la biomasa no es aplicable en todas las viviendas y hay muchos matices cuyo conocimiento es necesario para saber si es posible la instalación de este tipo de calderas. Lo cierto es que las ventajas de la instalación de calderas de biomasa son numerosas, como que es uno de los sistemas de energías renovables más eficaces que existen.
Otra de las ventajas es que no hay dependencia del precio de los combustibles fósiles porque se aprovechan los residuos agrícolas. Por otro lado, se pueden organizar cultivos exclusivos para la producción de biomasa y dichos cultivos reduciría los incendios forestales y contribuiría más a la limpieza de los bosques. Aunque antes de usar calderas de biomasa hay que tener en cuenta, y es que no podían ser todo ventajas aplastantes, aunque no afecten en absoluto a la incidencia energética, sí supone algún hándicap económico y de confort no energético.
En primer lugar, el coste inicial de la instalación de una caldera de biomasa es elevado y solamente se puede amortizar a largo plazo, un largo plazo que suele coincidir con la vida útil de la caldera. Otro factor importante es que la biomasa necesita ser almacenada cerca de la caldera, así que prácticamente quedan descartadas viviendas en bloques de edificios convencionales. Serían las casas unifamiliares o los adosados los principales receptores de este sistema, máxime teniendo en cuenta [...]