Mucha gente lo primero que hace, para ser más eficiente energéticamente, es en cambiar las bombillas de casa o el trabajo por lámparas de tipo LED. Esto no está mal, pero debes saber que existen muchas otras prácticas y medidas que podemos implementar para mejorar nuestra eficiencia energética. Y es que cuando se trata de ser más eficiente existen muchas medidas que pueden ahorrarnos energía, recursos y dinero. Una de las cuestiones más importantes es reducir a cero los consumos cuando no estamos, por ejemplo los termos eléctricos que utilizamos en casa mantienen el agua a la temperatura deseada y eso supone que cuando esta disminuye el termo arranca y la vuelve a calentar.

Este comportamiento durante las horas de ausencia en casa nos supone un gasto innecesario. Una solución es utilizar temporizadores programables en el enchufe del termo eléctrico. Si no estamos en casa, por ejemplo de 9 a 20, que el termo únicamente funcione de 19 a 23 nos proporcionará 20 horas de ahorro diario. Otra mejora es utilizar un calentador con encendido automático de gas, ya que no solo nos evitamos comprar el temporizador programable y programarlo, sino que además el precio del gas es menor que el de la electricidad. Por otro lado, el aislamiento en nuestros hogares es vital para poder ahorrarnos mucho dinero y algún que otro constipado.

Por lo que si vamos a realizar una reforma en casa es buen momento para plantearnos, para mejorar la eficiencia energética, el cambiar las ventanas si las que tenemos son de aluminio por otras de PVC. Este material no es conductor térmico y aísla el doble que el aluminio. También podemos aislar las paredes ya existentes o que las de nueva construcción vayan lo mejor acondicionadas posible. También debes tener en cuenta que elegir adecuadamente los electrodomésticos de nuestro hogar es un factor importante, ya que en función de su clasificación energética consumirán menos recursos.

En cuanto a los electrodomésticos deberemos fijarnos en la etiqueta energética y buscar los que tengan una A+++, que son los que menos consumen. Lavadoras y lavavajillas, con la mayor capacidad posible, es importante que consuman poca energía y a la vez poca agua. Las placas de inducción son mejores que las vitro cerámicas o el gas, ya que estas consumen bastante menos. Y los frigoríficos, además de que consuman poco los últimos modelos presentados cuentan con un sistema de «doble puerta» con el que, abriendo la primera, podemos ver a través de la segunda lo que hay dentro y así evitar que la temperatura aumente. Por último, para acabar recuerda que el inodoro no es una papelera, con esto podemos ahorrar más de 50 litros de agua al día. Ahorra energía y recursos y se más eficiente energéticamente.